Veriified for good | 2022

Descripción:

Una verificación muy real.
Hace tiempo, Twitter creó algo irrefutable, la insignia azul de verificación. Un símbolo que nos dice a todos que una determinada cuenta es real de forma 100% contrastada. Pero la invasión de fake news, deep fakes y negacionismos hizo a Twitter congelar su proceso de verificación para repensar el sistema.
Tras tres años sin verificar cuentas en España, les pedimos que volviesen a implementar el proceso para hacer de una verificación un hito histórico, innovando en el uso de su funcionalidad más reconocida: asignar una verificación azul excepcional a una cuenta que no es una persona ni una entidad, sino una realidad social que necesitaba ser acreditada. Verified for good seguía el proceso de verificación habitual de la red, que consiste en contrastar documentos oficiales que acreditan una identidad, solo que en esta ocasión lo que verificamos fue una realidad más que demostrable pero que muchos aun hoy niegan: la brecha salarial. Una lacra social, aun puesta en cuestión, se pudo verificar igual que las identidades: con documentos contrastados y veraces, procedentes de organismos oficiales, y convertidos en tweets. El símbolo más reconocido e icónico de Twitter sirvió a un fin para el que no había sido creado: dar visibilidad y veracidad a una realidad social. Utilizamos el universo digital para librar una gran batalla, y es que el primer paso para acabar con un gran problema es reconocer que existe.

A very real verification.
Some time ago, Twitter created something irrefutable, the blue verification badge. A symbol that tells us all that a given account is 100% verified as real. But the invasion of fake news, deep fakes and deniers made Twitter freeze its verification process to rethink the system.
After three years without verifying accounts in Spain, we asked them to re-implement the process to make verification a historical milestone, innovating in the use of its most recognised functionality: assigning an exceptional blue verification badge to an account that is not a person or an entity, but a social reality that needed to be accredited. Verified for good followed the usual verification process of the network, which consists of verifying official documents that accredit an identity, except that on this occasion what we verified was a reality that is more than demonstrable but that many still deny today: the wage gap. A social scourge, although questioned, could be verified in the same way as identities: with verified and truthful documents from official bodies, and converted into tweets. Twitter’s most recognised and iconic symbol served a purpose for which it was not created: to give visibility and veracity to a social reality. We used the digital universe to fight a great battle, and the first step to end a great problem is to recognise that it exists.