Extreme-E competition | 2022

Descripción:

Un instante que dura una eternidad.
Es el reto al que se enfrentó el equipo responsable de esta pieza, encabezado por el realizador Nacho Gayán. Retratar el instante antes de que se encienda el semáforo verde. Meter al espectador en la piel del piloto. Mattias Ekström al volante de su Cupra, corriendo la Extreme-E, la competición más dura del planeta para modelos eléctricos. Hacernos partícipe de qué pasa por su cabeza: miedo, ganas, vértigo... y sobre todo incertidumbre. La incertidumbre de Cupra, al poner a prueba sus modelos bajo estas condiciones límite. Y la de Mattias, al pensar en esa vida de victorias y derrotas que le trajo hasta este instante.
La puesta en escena nos lleva de cero a cien. El inicio retrata la puesta a punto del coche, recordando el lanzamiento de una nave pionera, rumbo a lo desconocido. La planificación retrata los recuerdos de Mattias, luchando contra los elementos en un carrusel de altibajos. Pero el montaje bombea la adrenalina que necesita para superar sus miedos y pisar el acelerador. Lo que sigue es pura acción, atravesando paisajes extremos, concentrado pero también celebrando, mostrando desde dentro y fuera del coche lo que siente al superar esa incertidumbre: satisfacción.
Y en la meta, el gran logro de esta pieza: ponernos en el lugar del piloto, y a la vez de esta marca que afronta uno de los mayores desafíos de su joven historia.

An instant that lasts an eternity.
This is the challenge faced by the team responsible for this piece, headed by the director Nacho Gayán. To portray the instant before the green light comes on. To put the viewer in the driver’s shoes. Mattias Ekström at the wheel of his Cupra, racing the Extreme-E, the toughest competition on the planet for electric models. To make us part of what goes through his mind: fear, desire, vertigo... and above all uncertainty. Cupra’s uncertainty, testing its models under these extreme conditions. And Mattias’ uncertainty, as he thinks about the life of victories and defeats that brought him to this moment.
The staging takes us from zero to one hundred. The beginning portrays the tuning of the car, recalling the launching of a pioneering ship, heading into the unknown. The planning portrays Mattias’ memories, battling the elements in a carousel of ups and downs. But the editing pumps the adrenaline he needs to overcome his fears and step on the accelerator. What follows is pure action, traversing extreme landscapes, concentrating but also celebrating, showing from inside and outside the car and what it feels like to overcome that uncertainty: satisfaction.
And at the finish line, the great achievement of this piece: to put us in the driver’s shoes, and at the same time in the shoes of this brand that is facing one of the greatest challenges in its young history.