Homeless Commons
Arrels Fundació es una ONG de Barcelona que tiene un objetivo claro: que no haya nadie durmiendo en la calle. El derecho a la vivienda digna se recoge en la Constitución española pero la realidad es otra: en Cataluña unas 37.000 personas tienen graves problemas de alojamiento y, de ellas, más de 1.000 no tienen hogar. Para Arrels, la persona que vive en la calle debería poder acceder, si quiere, a viviendas dignas, estables en el tiempo y con un apoyo pactado que la permita desarrollarse. Solo así pueden salir realmente del problema. Ante este escenario los objetivos de la campaña son 3:
– Denunciar la situación de que haya más de 1.000 personas viviendo en la calle y las consecuencias que esto tiene para la ciudad.
– Concienciar a todos los ciudadanos de Barcelona. Ellos son parte de la solución porque es un problema de todos.
– Recaudar dinero que permita dotar de autonomía a las personas sin hogar para ser reinsertadas de verdad.
Teníamos un gran reto; romper con un estereotipo. Para la gran mayoría de transeúntes, las personas sin techos son personas invisibles. Personas con las que convivimos y que forman parte del decorado urbano pero a las que no prestamos atención. Necesitábamos romper esa tensión para implicar a los ciudadanos. Necesitábamos que los ciudadanos vieran a los sin techo con otros ojos. Con unos ojos que huían de la pena y la condescendencia y los visibilizara como lo que son, personas normales. Si queríamos demostrar que estas personas pueden rehacer su vida necesitábamos hacer una comunicación en la que pudieran ser útiles. Una campaña que no fuera solo denuncia, sino que también recaudara dinero. Es decir, que las personas que viven o han vivido en la calle fueran parte de la solución. Solo integrando a estas personas y gracias a ellas algún día podremos cerrar el círculo.
Y creamos Homeless Commons, el 1r banco de imágenes protagonizado por personas que viven o han vivido en la calle. Las imágenes podían ser utilizadas en campañas publicitarias o de comunicación, por cualquier marca o medio y en cualquier soporte. El precio del paquete completo (136 fotografías) era de 50 euros, que se transformaban en comida caliente para una persona durante 10 días. También era posible adquirir series temáticas de entre 42 y 55 imágenes por un precio inferior. Así, además de denunciar y cambiar miradas acerca de las personas sin hogar, la campaña conseguía recaudar fondos para seguir ayudando a que más personas no duerman en la calle.
Hackeamos el sistema desde dentro. Para que fuera lo más útil posible, analizamos las fotografías más buscadas en los principales bancos de imágenes, utilizados por profesionales del sector de la comunicación y la publicidad. Y las recreamos con nuestros modelos. De esta forma, creamos un movimiento. Una idea que podía ser retroalimentada y que no solo denunciaba, también generaba ingresos. El beneficio de los derechos de imagen de estas personas que han vivido en la calle, ayudan a salir de la calle a otros. Pero es mucho más ya que se trata de una plataforma estratégica que hoy son imágenes, pero mañana puede ser cualquier otra derecho; audio, video, etc.
Homeless Commons